Después de las bombas en el Maratón de Boston, los investigadores tenían imágenes de los dos hombres considerados como responsables del ataque. Sin embargo, el software de reconocimiento facial no pudo ayudar a identificarlos.

Según reportó Boston Globe, a pesar de que existían fotos de Dzhokhar y Tamerlan Tsarnaev en las bases de datos gubernamentales, el software de reconocimiento facial no podía hacer coincidir las imágenes borrosas del lugar del maratón con otra imagen, como por ejemplo una foto de una licencia de conducir.

Es más, posiblemente el software de reconocimiento facial no sea capaz de ejecutar esa tarea hasta dentro de varios años.

Aunque el software de reconocimiento facial funciona bien en ocasiones, esto sucede porque se trata de imágenes fáciles de visualizar. Las fotos empleadas en tarjetas de identidad se toman en buenas condiciones de luz y se crean imágenes fáciles de reconocer, mientras que los videos de vigilancia pueden ser borrosos y al software le resulta difícil determinar las dimensiones que necesita para lograr una coincidencia.

Fabricantes de ese software, como MorphoTrust, creen que la cantidad de coincidencias va a incrementarse a medida que se vayan reemplazando el hardware y las cámaras por equipos de alta definición.

Pero incluso si se mejora el software, los criminales también pueden aprender trucos y utilizar disfraces que los ayuden a burlar las cámaras, haciendo que esa herramienta sea prácticamente irrelevante y constituya un blanco para los que abogan por la privacidad.


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